Puede ser uno de los momentos más aterradores para cualquier madre o padre: tu hijo empieza a llorar con fuerza, se queda sin respirar, cambia de color… ¡y parece que se desmaya! ¿Qué está pasando? Muy probablemente, ha tenido un espasmo del llanto.
Este fenómeno, aunque impactante, no es grave ni pone en riesgo la vida del niño. Ocurre con frecuencia entre los 6 meses y los 5 años, y suele ser una respuesta involuntaria del cuerpo a emociones intensas como el enfado, el susto o el dolor.
Hay dos tipos:
- – Espasmo cianótico: el niño llora, deja de respirar brevemente y se pone azulado.
- – Espasmo pálido: suele aparecer tras un susto o golpe, con palidez repentina y pérdida breve de conocimiento.
¿Hay que preocuparse? No.
No son convulsiones, no son ataques epilépticos, y no se va a morir. Lo más importante es mantener la calma, colocar al niño en un lugar seguro y esperar a que respire con normalidad. En segundos, se recupera por completo.
Desde Primeros Auxilios Navarra recomendamos a padres, madres y cuidadores que conozcan este fenómeno, para no entrar en pánico y actuar con tranquilidad. La educación en primeros auxilios infantiles puede dar la seguridad que necesitas en situaciones como esta.
Formarte es proteger. Saber es salvar.